home

search

Episodio 4: Sangre por Sangre

  La mentalidad de una persona siempre juega a su favor; el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa para alcanzar sus objetivos… en algunos casos, incluso los actos más atroces llegan a considerarse justificables.

  POV de Kael Lanpar

  Ya habían pasado seis meses desde mi nacimiento. Mi vida era… interesante. A pesar de estar atrapado en el cuerpo de un bebé, había encontrado formas de entretenerme.

  En ese momento, me encontraba gateando por los pasillos del palacio, moviéndome lo más rápido que podía, mientras una sirvienta corría detrás de mí, desesperada por atraparme.

  —Joven príncipe, por favor, vaya más despacio. Podría hacerse da?o —suplicó Lilia, con el rostro lleno de angustia.

  Ver su expresión de preocupación solo hacía que me moviera más rápido. Sí, ser un bebé era un fastidio, pero algunas cosas tenían su encanto.

  Los pasillos del palacio eran enormes, con columnas de mármol blanco que reflejaban la luz dorada del amanecer.

  Antes no había podido apreciar del todo lo maravilloso que era este lugar, pero ahora que observaba cada detalle... suspiré, pensando en lo hermoso que era.

  A veces siento que no merezco esta segunda oportunidad. No es necesario explicar por qué; los recuerdos bastan para recordarme quién soy.

  Recuerdo de la vida pasada de Kael

  —Eres una maldita escoria. Toda tu familia y tú son esclavos. Los de tu clase no merecen libertad, hijo de pe… —

  Antes de que pudiera seguir hablando, le di una fuerte patada en el estómago, dejándolo en el suelo, escupiendo sangre.

  —Mira a tu alrededor, gobernante. ?Tú crees que a alguno de los cadáveres que están aquí le importa una mierda lo que digas? —

  La verdad, no me importaba nada de lo que dijera. Todas estas personas se lo merecían.

  Agité la cabeza en se?al de desaprobación. ?Por qué será que, cuando las personas obtienen poder, cambian tan de repente?

  Es como si su bestia interior se liberara de sus ataduras.

  Me agaché para recoger del piso manchado una daga que había dejado caer el gobernante.

  —Seguro esta es el arma que usabas para torturar a tus esclavos, ?verdad? O me equivoco —le dije, acercándome poco a poco.

  Lo tomé del poco pelo que le quedaba y lo levanté para ponerlo frente a mí.

  —?Vas a rogar, o prefieres que acabe esto rápido? —

  Mis palabras eran obvias. No iba a haber segundas oportunidades. él no las dio.

  Fin del recuerdo

  Ese día acabé con la vida de más de 120 personas. Eran corruptos, leales al Profeta.

  Pero aun así… quitarle la vida a alguien… uno nunca debería decidir quién vive y quién muere, por más justificable que parezca.

  Volviendo a mi peque?a persecución, había logrado adelantarme gracias a las curvas del pasillo y a las múltiples habitaciones.

  Como ya estaba un poco más en calma, me puse a observar de nuevo el paisaje.

  —Jejeje… creo que, hasta ahora, esta es mi segunda cosa favorita en este mundo.

  Ahí estaban los grandes ventanales, dejando entrar la brisa matutina, y, por otra parte, las estatuas de antiguos reyes que se alzaban imponentes en cada esquina, observándome con miradas pétreas.

  De seguro, estos eran los antepasados de los Lanpar.

  Quizá, algún día, mi propia estatua estaría aquí… aunque preferiría evitar la pose rígida y amenazante.

  Mientras aún estaba distraído, sin darme cuenta giré por un pasillo distinto, y noté que había logrado entrar en una habitación diferente a las demás.

  Me tomó un momento darme cuenta de que estaba en el estudio de mi padre.

  Mi sonrisa se amplió.

  La única vez que vine aquí fue porque mi padre estaba buscando unos papeles. Ese día, mi madre no estaba, así que pasé todo el día con él.

  Este lugar era variado: documentos, contratos con otros reinos, finanzas… un montón de cosas que, honestamente, no me llamaron para nada la atención.

  Espera… ?Qué es eso?

  Al entrecerrar los ojos y fijar bien la vista, vi algo con mi nombre:

  "Para mi hijo Kael Lanpar, mi orgullo."

  Estaba a punto de ir directo hacia allí, tal vez incluso encontrar la forma de subirme a la silla y verlo… pero algo más captó mi atención.

  Did you know this story is from Royal Road? Read the official version for free and support the author.

  Al estar tan distraído, me choqué con un libro. Estaba tirado en el suelo, por lo que era accesible para mí.

  Este dice: Rangos.

  Sin perder el tiempo, lo arrastré hacia mí con la poca fuerza que tenía en este cuerpo diminuto y comencé a leer.

  "Durante mucho tiempo, después de incontables batallas y guerras libradas por poderosos hombres y mujeres, se establecieron rangos para clasificar a los luchadores, ya fueran magos o espadachines."

  Mi corazón se detuvo por un instante.

  "?Magos...? ?Magia?"

  Parpadeé varias veces, procesando lo que acababa de leer.

  Había asumido que este era un mundo medieval, con espadas, arcos y lanzas… algo parecido a la época de los reyes y esas cosas como de mi antiguo hogar.

  Pero esto… esto era algo completamente diferente.

  No, no, no…

  Seguro se refiere a esos tipos de “magia” como los chamanes o curanderos.

  Debo estar imaginando cosas.

  Una extra?a sensación se instaló en mi pecho. Hasta ahora, había mantenido la esperanza —aunque fuera absurda— de que simplemente había renacido en otra época de mi propio mundo.

  Pero si esto era real…

  Esto lo cambiaba todo.

  Sacudí la cabeza, apartando esos pensamientos.

  No tenía sentido intentar descifrarlo ahora.

  Lo único que podía hacer era observar, aprender y entender este mundo lo mejor posible… para descubrir en dónde carajos reencarné.

  Volví mi atención al libro, devorando cada palabra con renovado interés.

  "En el continente de Mayora existen tres rangos principales que definen el nivel de un guerrero. Primero están los Rankeds, luchadores en formación que aún aprenden a dominar sus habilidades. Luego vienen los Roamers, guerreros con habilidades básicas que participan en misiones menores. Y, finalmente, los Destroyas, combatientes altamente entrenados y capaces de enfrentarse a amenazas serias."

  Cada rango tenía una descripción detallada, pero lo que más me llamó la atención fueron los capítulos que venían a continuación.

  Interesante…

  Si no mal recuerdo, esto nunca fue mencionado en la historia de mi antigua vida.

  De a poco voy armando el rompecabezas… pensé, mientras me rascaba la cabeza.

  "Además de estos, existen otras tres organizaciones que superan con creces a los rangos convencionales..."

  Justo cuando estaba por leer la siguiente página, escuché pasos.

  Eran ligeros… lo raro era que también podía oír un sonido metálico.

  Me puse en alerta de inmediato.

  No sabía quién era… y, para colmo, los guardias no solían patrullar por esta zona.

  Esto es malo. Muy malo.

  ?Y ahora qué hago si de verdad es un peligro?

  Al alzar la mirada, me encontré con los ojos divertidos de mi madre.

  Aquello me alivió tanto que solté un enorme suspiro mental.

  Me cagué del susto… lo digo en serio, de forma literal.

  —Kal, ?qué haces aquí escondido? —preguntó con una sonrisa, mirando a su alrededor—. Deberías estar con Lilia.

  Hizo una pausa, arqueando una ceja.

  —Hablando de eso… ?dónde está ella?

  Como si la hubieran invocado, Lilia apareció en la puerta, jadeando.

  —Su Majestad, lo siento mucho. El joven príncipe se me escapó. Es demasiado rápido cuando gatea.

  Mi madre soltó una risita encantadora y me abrazó con ternura.

  —?De verdad eres tan rápido, Kal? Eres todo un travieso, ?eh?

  No podía responderle, claro, pero tampoco podía evitar sentirme frustrado.

  Me habían interrumpido justo en el mejor momento.

  Mi madre me entregó de nuevo a Lilia, quien me sostuvo con cuidado.

  —Llévalo a su habitación y déjalo en la cuna para que descanse —ordenó con un tono burlón—. Y la próxima vez, no lo pierdas de vista. No quiero que le pase nada a mi peque?o.

  Lilia asintió, avergonzada, y comenzó a llevarme de regreso a mi habitación.

  Mientras me acomodaba en la cuna, me miró con dulzura y pasó una mano por mi cabello.

  —Por favor, joven príncipe, no vuelva a escaparse así. Me asustó mucho… y seguro a su madre también.

  No podía prometerle eso.

  No cuando aún quedaba tanto por aprender.

  Espera un minuto ahora que me doy cuenta.

  Mi madre estaba herida.

  Tenía cortes en los brazos y el vestido rasgado. ?Qué había pasado?

  La pregunta fue respondida enseguida…

  Una explosión sacudió el castillo.

  Mis ojos se abrieron como platos.

  Una figura enorme se alzaba dentro del pueblo, visible desde la ventana.

  No sabía qué estaba pasando, pero cuando vi a mi madre salir corriendo hacia nosotros con el rostro desencajado, todo se puso en cámara lenta.

  Justo como esa vez… que morí.

  Al mirar hacia arriba, vi una enorme parte del techo desprendiéndose.

  Otra vez... iba a morir.

  Cerré los ojos con fuerza, y lo último que vi fue la cara de mi madre, corriendo con todas sus fuerzas hacia nosotros, con el terror pintado en el rostro.

  Por lo menos, disfruté seis meses de paz.

  Fueron como unas vacaciones.

  No me quejo.

  ?Sigues ahí?

  Si llegaste hasta aquí, gracias. Este fue uno de los episodios más emocionales que he escrito.

  Quería mostrar la fragilidad detrás de la fuerza, el miedo escondido detrás del poder.

  Kael, aunque renacido, sigue cargando con el eco de una guerra que no ha terminado.

  ?Te diste cuenta de qué parte fue real y cuál fue un recuerdo?

  Nos vemos en el próximo Episodio.

  —Eterna Pluma

Recommended Popular Novels